Reflexiones en torno al impacto de las
TIC en el ámbito educativo
La integración de las TIC en distintos campos de la actividad
humana, así como el impacto que en la vida cotidiana han generado, imponen
cambios en los paradigmas e impulsan a mirar de manera crítica, la educación,
la enseñanza, los procesos de aprendizaje, así como los recursos y elementos
mediadores de la práctica en el salón de clase.
En los últimos años ha cobrado fuerza el desarrollo de nuevas
herramientas y ambientes de aprendizaje
que pretenden mejorar la práctica educativa y potenciar procesos de desarrollo
cognitivo en los estudiantes. Con esa introducción, han surgido alternativas
relacionadas con la educación a distancia que poco a poco impactan propuestas
para emplear los recursos tecnológicos en la enseñanza presencial. Asimismo, se
han desarrollado nuevas concepciones y estrategias que buscan adecuar la
educación a los tiempos actuales.
Estás propuestas, centradas
en el estudiante y en el aprendizaje, están ayudando a reconceptualizar
la educación, la práctica docente, el proceso enseñanza-aprendizaje, la relación docente-estudiante y el papel de la escuela. Se están proponiendo nuevas maneras de
acceder al conocimiento, a la construcción
grupal, al trabajo colaborativo; a la conformación de comunidades de
aprendizaje y al desarrollo de habilidades superiores de pensamiento.
Esta concepción cambia nuestra imagen del maestro, de su labor
docente, de su función en la mediación
pedagógica, de su proceso de formación y actualización en el manejo de
los contenidos curriculares, y de su capacitación
en el uso de herramientas y recursos tecnológicos informáticos.
Resulta importante reflexionar en las pautas de trabajo que
necesitamos generar, en los conocimientos requeridos, sin olvidar cómo estas herramientas se vinculan con los diferentes
estilos de aprendizaje de cada estudiante; las habilidades y competencias
intelectuales y comunicacionales que fomentan. Es por esa razón que el
cambio en las prácticas escolares debe conllevar un cambio en la forma de
evaluar las habilidades que deben adquirirse para la vida futura.
Las posibilidades pedagógicas que se abren al utilizar la
tecnología crean un abanico de opciones
de tipo cognitivo. Varias investigaciones muestran que tener al alcance fuentes de información
remotas, imágenes, videos, recursos auditivos, facilita los aprendizajes,
provoca procesos de organización del pensamiento y de construcción del
conocimiento. La tecnología al servicio de un claro proyecto educativo es
una herramienta fértil para potenciar las situaciones de aprendizaje, la
vinculación entre docentes y el fortalecimiento de las escuelas (Dede, 2002).
Los distintos métodos de aprender con tecnología que han elaborado
diversos autores dedicados a la investigación y al desarrollo de propuestas
pedagógicas, tienen varios puntos en común:
Programas de estudios basados en estándares, centrados en problemas y situaciones del mundo real.
El uso de modelos de visualización como medios eficaces de tender un puente entre la experiencia y la abstracción.
La creación de un significado colectivo por parte de los estudiantes a través de diferentes puntos de vista sobre las experiencias compartidas.
La colaboración entre los estudiantes para llevar adelante experiencias de aprendizaje y generar conocimientos.
La emergencia de comunidades de conocimiento en cada proyecto de trabajo que, durante el desarrollo del mismo, entrelacen maestros, estudiantes , padres de familia, investigadores y público en general, a fin de reconfigurar el vínculo escuela-sociedad.
Atención diferenciada a los estudiantes mediante medidas para ayudar a los que tienen dificultades y problemas particulares.
Para que estas condiciones de aprendizaje puedan
afrontarse y sostenerse se considera imprescindible:
Ø Repensar
la educación en una visión más generalizada que trascienda el tiempo, el lugar
y la edad, entre otros.
Ø Reconceptualizar
el papel, los conocimientos y las destrezas de los docentes.
Ø Replantear
las metodologías así como los modelos de intervención en el aula.
Ø Propiciar
que las escuelas devengan nodos de redes; cada nodo se relaciona con las comunidades
emergentes de conocimiento de la misma escuela y de otras escuelas
contribuyendo a reconfigurar el entramado social.
Linda Gervacio
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