CAMBIOS EN LA DOCENCIA A PARTIR DEL
ENFOQUE DE COMPETENCIAS
De acuerdo con Tobón (2006):
“El enfoque de formación basado en competencias implica que el aprendizaje
comienza a ser el centro de la educación,
más que la enseñanza.”
Significa que, en lugar de
centrarse en cómo dar una clase, ahora el reto es establecer: ¿Con qué aprendizajes vienen los
estudiantes, cuáles son sus expectativas, qué han aprendido y qué no han
aprendido, cuáles son sus estilos de aprender y cómo ellos pueden involucrarse
de forma activa en su propio aprendizaje?
Tobón agrega “A partir de
ello se debe orientar la docencia, con metas, evaluación y estrategias
didácticas…”
La formación basada
en competencias está en el centro de una serie de cambios y transformaciones en
la educación. A continuación se describen algunos de estos cambios, con el fin
de comprender mejor las dimensiones de este enfoque.
1. Del
énfasis en conocimientos conceptuales y factuales al enfoque en el desempeño
integral ante actividades y problemas. Esto implica trascender el espacio
del conocimiento teórico como centro del quehacer educativo y colocar la mirada
en el desempeño humano integral que implica la articulación del conocer con el
plano del hacer y del ser.
2. Del
conocimiento a la sociedad del conocimiento. Esto implica que la educación debe contextualizar el
saber en lo local, lo regional y lo internacional, preparando a los
docentes, estudiantes y administrativos para ir más allá de la simple
asimilación de conocimientos y pasar a una dinámica de búsqueda, selección,
comprensión, sistematización, crítica, creación, aplicación y transferencia.
3.De la
enseñanza al aprendizaje. El enfoque de formación basado en competencias
implica que el aprendizaje comienza a
ser el centro de la educación, más que la enseñanza. Esto significa que en
vez de centrarnos en cómo dar una clase
y preparar los recursos didácticos para ello, ahora el reto es establecer con
qué aprendizajes vienen los estudiantes, cuáles son sus expectativas, que han
aprendido y que no han aprendido, cuáles son sus estilos de aprendizaje y cómo
ellos pueden involucrarse de forma activa en su propio aprendizaje. A partir de
ello se debe orientar la docencia, con metas, evaluación y estrategias
didácticas. Esto se corresponde con el enfoque de créditos, en el cual se debe
planificar no sólo la enseñanza presencial sino también el tiempo de trabajo
autónomo de los estudiantes.
más práctico el
saber, o integrar la teoría con la práctica, u orientar la educación hacia la empleabilidad.
El enfoque de formación con base en competencias es mucho más que eso. Pretende
orientar la formación de los seres humanos hacia el desempeño idóneo en los
diversos contextos culturales y sociales, y esto requiere hacer del estudiante
un protagonista de su vida y de su proceso de aprendizaje, a partir del
desarrollo y fortalecimiento de sus habilidades cognoscitivas y metacognitivas,
la capacidad de actuación, y el conocimiento y regulación de sus procesos
afectivos y motivacionales.
Fuente: Tobón, S. (2006). Las
competencias en la educación superior. Políticas de calidad. Bogotá:
ECOE.
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