miércoles, 18 de junio de 2014

Significado y sentido de la mediación pedagógica



Significado y sentido de la mediación pedagógica

Ningún ámbito en la educación puede prescindir de un esfuerzo de mediación pedagógica.  Jesús Martín Barbero, de acuerdo con Francisco Gutiérrez Pérez y Daniel Prieto Castillo, coincide en destacar la importancia de lo comunicacional en lo pedagógico, afirma que si todo lo que el hombre hace está mediado, si no hay ser humano sin mediaciones, reconozcamos entonces la importancia de la mediación educativa y la necesidad de recuperar a los seres que participan en ella, de manera particular al interlocutor. Según los investigadores, lo pedagógico nace de la preocupación por el otro, por el aprendiz, y proponen el siguiente concepto de mediación pedagógica:

"Llamamos mediación pedagógica a toda intervención capaz de promover y acompañar el aprendizaje de nuestros interlocutores, es decir, de promover en los educandos la tarea de construirse y de apropiarse del mundo y de sí mismos".

Afirman que toda práctica educativa, incluida la universitaria, puede ser llevada al terreno de la mediación pedagógica.  Por lo tanto, es preciso que los docentes de todos los niveles y de todas la áreas, revisen y analicen cada uno de los medios y materiales que utilizan para acompañar y promover el aprendizaje de sus estudiantes, desde su voz y gestos, pasando por los libros, distintos tipos de texto, hipertexto, imágenes, audios, videos y materiales electrónicos. También es muy importante que conozca las características de su discurso y la percepción de sus estudiantes, a fin de contribuir con su formación integral.

La complejidad de las relaciones en la educación es tal que ignorarla tiene consecuencias evidentes. En un aula de clases se instauran múltiples mediaciones; relaciones simbólicas que suceden entre docente-estudiante, entre estudiante-estudiante, entre docente-estudiante y el saber que constituye el objeto de estudio. En el aula ocurren diversas interacciones mediadas por el docente, los estudiantes, los contenidos, los medios.  Así por ejemplo la relación entre el profesor y el alumnado está mediada por la asignatura, por los medios y por la afectividad, entre otras variables.

Todos los medios que se utilizan en la educación deben ser cuidadosamente analizados por los docentes desde la óptica de la mediación pedagógica. Las nuevas tecnologías han impactado de tal manera la sociedad que es imposible prescindir de ellas, lo mismo si la escuela, el aula o espacio didáctico las tiene que si no las tiene. Su función es mediar las relaciones entre el docente, el saber (objeto de estudio) y el estudiante. Cada tecnología tiene su propio lenguaje y su propio canal de trasmisión y de cada una de ellas, podemos los educadores, aprovechar sus posibilidades para promover y acompañar los procesos de enseñanza y de aprendizaje.

Cuando se estudia para ser profesor en una Facultad de Educación o en la Escuela Normal Superior, se presentan a los futuros educadores algunas formas de llegar a los estudiantes, más allá de la voz y de los gestos: pizarrón, proyectores de diapositivas, proyectores de cuerpos opacos, retroproyectores, mapas, láminas, maquetas, computadores, video y se resalta su importancia y su uso, pero se descuida el papel del educador como mediador y el papel de estas tecnologías como mediadoras de los procesos de enseñanza y de aprendizaje.

Las instituciones dedicadas a la educación tienen un compromiso pedagógico con sus estudiantes y con la sociedad; una tarea muy seria, que es la de acompañar a sus estudiantes en un proceso de formación integral que incluye el desarrollo de las capacidades de pensamiento, de comunicación, de toma de decisiones, para que el estudiante pueda no sólo hablar y escribir con soltura y seguridad, sino resolver problemas de la vida personal y profesional.

Es necesario entonces, entender que los docentes somos esencialmente comunicadores y problematizadores, y no informadores o transmisores de un saber científico y socialmente establecido, y que, con base en la apropiación conceptual que el docente tenga de ese saber, es posible trabajarlo en el aula.

Al entender las nuevas tecnologías como mediadoras, se hace necesario enfatizar que éstas no van a eliminar los problemas conceptuales que deben ser resueltos por el docente y el estudiante.  Al respecto, en el marco del 4° Congreso Colombiano y 5° Latinoamericano de Lectura y Escritura,  Emilia Ferreiro (1999) sostuvo:

"El uso de un software educativo conceptualmente atrasado no va a acelerar el proceso de comprensión de la naturaleza de un sistema alfabético de escritura. Muchos de ellos son una pura réplica de lo peor que se puede hacer con un pizarrón, sólo que más atractivo porque se usa animación. Peores resultados van a obtener si se confía en el uso exclusivo del 'mouse', evitando el teclado. Los nuevos medios son inútiles si no insertamos en ellos nuevas ideas".

Es decir, la forma como conoce el docente, sus pensamientos, sus creencias en torno al saber específico y pedagógico, se manifiesta mediante la tecnología que él escoja para proponer el objeto de estudio ante la clase.

Cysneiros  (1999) hace un análisis fenomenológico de la relación: {Ser humano > máquina > realidad}, así como de los aspectos de la comunicación que pueden ser transmitidos, ampliados, reducidos con los recursos de la informática. Afirma que nuestra experiencia de la realidad es transformada cuando usamos instrumentos; en este sentido, las realidades presentadas por los medios son alienantes. La fenomenología intenta abordar los objetos del conocimiento tal como aparecen. Esto es, tal como se presentan a la conciencia de quien procura conocerlo, intentando dejar de lado toda y cualquier presuposición sobre la naturaleza de esos objetos [Heidegger, Rezende]. A través del instrumento hay una selección de determinados aspectos de la realidad, con ampliaciones y reducciones. La amplificación y el aspecto más sobresaliente puede dejarnos impresionados, maravillados, al experimentar cosas (los aspectos de objetos conocidos) que no conocíamos antes con nuestros sentidos. […]

Después de un primer análisis superficial, Cysneiros concluye que la tecnología no es neutra, en el sentido de que su uso proporciona nuevos conocimientos del objeto, transformando por la mediación la experiencia intelectual y afectiva del ser humano, individualmente y en colectividad; posibilitando interferir, manipular, actuar mental o físicamente sobre nuevas formas, por el acceso a aspectos hasta entonces desconocidos del objeto.

Dependiendo del objeto, del sujeto (más o menos crítico), de su historia y de su situación específica, se pueden considerar las nuevas características ampliadas del objeto como más real que aquéllas sin ayuda de instrumentos. Se puede así confundir las dos dimensiones de continuidad […] y diferencia  […] entre la percepción ordinaria y la mediada.

Por ello, se necesita que el docente se comprometa a cambiar la manera de mediar el conocimiento y, por supuesto, cambie el modo de entregarlo a los estudiantes. Lo cual conduce a la reelaboración de los fines de la educación y a multiplicar los destinatarios de la misma. En este sentido se torna necesario reflexionar sobre la función social del saber que se obtiene y se desarrolla a través de la mediación pedagógica, donde necesariamente entran en escena el maestro, el estudiante, el conocimiento, las tecnologías informáticas y la cultura en un entorno específico.

Cysneiros Paulo Gileno. Didática, Prática de Ensino e Tecnologia Educacional. Tecnologia Educacional (ABT/RJ), v.19, Nr. 94, pp.25-30, maio/junho de 1990.

 

El proceso didáctico como proceso de comunicación


El proceso didáctico como proceso de comunicación:

Al comunicarnos establecemos una relación frente a frente o a través de las nuevas tecnologías de comunicación en forma indirecta.  El proceso educativo tiene como base la comunicación; entendida como construcción de significados a partir del conjunto de recursos personales, psicológicos y pedagógicos que el docente utiliza en su relación con los educandos.

Una sonrisa, una caricia, valorar el esfuerzo y el progreso, exaltar lo bueno, una mirada, una muestra de afecto, son todos elementos positivos, agradables dentro del proceso de comunicación en el aula; ya que el clima emocional y afectivo que existe en el salón de clases es decisivo para el éxito de los procesos de enseñanza y de aprendizaje.

Hoy las comunicaciones invaden todas las esferas de la vida cotidiana del ser humano. Pasamos de la tradición oral a la escrita y luego al uso de códigos tecnológicos, de modo que hoy día la tarea educativa, ante el predominio de los medios de comunicación,  consiste en contribuir a la formación de receptores críticos y creadores, capaces de asumir actitudes de construcción y búsqueda del significado de las imágenes y símbolos en los que niños, jóvenes y adultos están inmersos.

Desde esta perspectiva, se torna necesario que los docentes reflexionen sobre cómo se da el proceso de comunicación, a fin de articularla con múltiples formas de expresión, desde el lenguaje propio, el de los otros, la informática, el de los medios de comunicación de masas, en fin, la comunicación en su totalidad.

En el proceso de comunicación, tanto frente a frente como a través de los medios, intervienen los siguientes elementos:

          La fuente: puede ser un individuo que habla, escribe o dibuja, o una organización de comunicación, por ejemplo un periódico, un canal de televisión, una cadena radial o un estudio cinematográfico.

          El mensaje: es el producto del comunicador que se expresa en forma de códigos en forma escrita, verbal, gestual o con imágenes. Así el mensaje puede presentarse en forma de impresos en papel, impulsos electromagnéticos, ondas de sonido en el aire, gestos o todo tipo de señales capaces de ser interpretadas significativamente.

          El medio o canal: es el vehículo, soporte o instrumento de la comunicación a través del cual se envía el mensaje. Hay canales que permiten dirigirse a grandes masas: radio, televisión, prensa. Cuando el docente y los estudiantes se comunican en forma verbal en el salón de clase, utilizan el aire como canal.

          El destino: puede ser un individuo o un grupo de personas. Así, la persona que escucha una grabación de audio, lee un libro, o ve un noticiero constituye el destino de un mensaje. Igualmente lo son los televidentes, los cibernautas o navegantes del espacio, los lectores de una revista o periódico, el público que asiste a una conferencia.

          La retroalimentación: busca asegurar la eficacia del proceso comunicativo de forma bidireccional. Verificar la forma en que se recibe el mensaje y su apropiación. Juega un papel muy importante porque permite conocer cómo se están interpretando los mensajes verbales, escritos, gestuales, gráficos, musicales. Hacen parte del proceso de retroalimentación los aplausos, sonrisas, bostezos, inclinaciones de cabeza, cartas, llamadas, mensajes, correos electrónicos, etc. Todo esto inmerso en un ambiente de diálogo significativo en que cada uno sea partícipe de un proceso crítico de construcción.

Para que la comunicación ocurra y la persona a quien se dirige comprenda el mensaje, es necesario compartir los códigos y utilizar los mismos sistemas de signos. Algunos autores llaman perceptor o receptor a toda persona que conscientemente reciba, interprete y responda los mensajes provenientes del medio en que se encuentra inmerso.

El comunicador o emisor es quien produce y transmite el mensaje a través de códigos que conoce el perceptor. Es muy importante que los canales o medios que utiliza el comunicador sean los mejores y se encuentren en óptimas condiciones.

El uso pedagógico de las nuevas tecnologías obliga a la interactividad. Los mensajes que se articulan a través de estos medios son bidireccionales, fortalecen la retroalimentación y la interacción de los estudiantes con sus profesores y entre ellos mismos, saliendo del aislamiento y remontando las barreras tradicionales de espacio y de tiempo. Las relaciones pedagógicas que se establezcan tanto en las aulas presenciales, como a distancia, a través de la educación virtual, inciden en la calidad de la educación y en el desarrollo humano.

Finalmente, es muy importante agregar que en el proceso de comunicación los comportamientos no verbales juegan un papel fundamental; así aspectos como apariencia física, posturas, miradas, gestos, la calidad de la voz, el énfasis en algunas palabras, los silencios, pausas, el vestido, la proximidad, el manejo del espacio. Al respecto Knapp, hace un análisis profundo de la importancia de la conducta no verbal en la comunicación, como las expresiones faciales, las expresiones corporales, el manejo del espacio y del tiempo. De Igual forma, en los mensajes gráficos, escritos o a través de imágenes, son parte bien importante los colores, tipos de letras, tamaños, calidad y distribución en el papel o en el espacio correspondiente.
Ana María Prieto Hernández, para la Especialidad Competencias Docente para la Educación Media Superior, UPN, marzo 2010.

jueves, 5 de junio de 2014

Para la reflexión


Algo para reflexionar

La educación no consiste sólo en aprender de los libros memorizando algunos hechos, sino también en aprender a mirar, a escuchar, saborear, tocar, sentir, el mundo en toda su extensión. 

La educación no es un mero pasar los exámenes … sino también saber escuchar a los pájaros, ver el cielo, la extraordinaria belleza de un árbol, la forma de las colinas, es sentir todo eso, estar realmente, directamente, en contacto con ello…

"Si empiezan desde ahora a pensar, a observar, a  aprender, no de los libros sino por sí mismos, observando atentamente, escuchando todo cuanto ocurre a su alrededor, entonces crecerán para convertirse en un ser humano distinto, un ser humano que se interesa en la gente , que  tiene afecto por ella, que la ama.”  Krishnamurti
Linda Gervacio